Cuando las personas se ven obligadas a huir de su país
debido a un conflicto, su seguridad es una prioridad para protegerles en la
situación en la que se encuentran.
Es importante tomar siempre medidas para la protección de
los refugiados como el registro de cada refugiado como medio de protección e
identificación, la toma de huellas dactilares o el escaneo de iris, y también
es importante implantar estas medidas de forma que no se produzca una
discriminación por causa de la nacionalidad, la etnia o la religión.
Según datos de ACNUR, actualmente hay 22,5 millones de
refugiados en todo el mundo y más de 5 millones provienen de Siria, huyendo de
una guerra que dura ya 6 años. Generalmente los refugiados viajan a países vecinos
en busca de seguridad y estos países imponen diversos requisitos de entrada
como el visado.
El escaneo de iris como medida de seguridad
Para proteger e identificar a los refugiados que llegan a
otros países y, a la vez, salvaguardar la seguridad de esos países que los
reciben en los puntos de entrada, se utilizan diversos procedimientos entre los
que destacan el escaneo de iris.
La tecnología de reconocimiento de iris se aplicó
inicialmente en 2015 en Tailanda para identificar a los refugiados que
provenían de Myanmar. Gracias al sistema denominado BIMS, se recabaron huellas
dactilares e imágenes de iris de cada refugiado. Los datos se almacenan en
bases de datos seguras en línea para que puedan consultarse desde cualquier
parte del mundo.
Posteriormente, el sistema de escaneo de iris ha servido
para ayudar con dinero en efectivo a los refugiados sirios en Jordania por
parte de ACNUR. De esta forma, los refugiados pueden acceder a los fondos sin
utilizar una tarjeta bancaria o un código pin. Además de evitar el fraude, esta
tecnología tiene un coste moderado y evita que los refugiados tengan que hacer
colas en alguna oficina de ACNUR para recibir la ayuda. Simplemente, deben ir a
alguno de los bancos que participan en el programa.
En 2016 el sistema se expandió a Turquía con el fin de
ayudar a más de medio millón de refugiados y solicitantes de asilo que se
encontraban en zonas urbanas.
La protección de los refugiados como uno de los objetivos
principales de ACNUR
Una de las principales metas de ACNUR en relación con los
refugiados es la protección de sus derechos, su bienestar y su seguridad. Esta
protección se materializa en diversas áreas como la provisión de recursos
básicos, entre los que se encuentran el agua y la comida o el refugio.
En los campos de refugiados se les proporciona un lugar
seguro donde vivir y materiales de primera necesidad como mantas, colchones,
artículos para cocinar, calefactores, cubos para el agua y lámparas solares.
Además, ACNUR cuenta con almacenes logísticos en diversos
lugares del mundo que le permiten atender a 600.000 personas durante las
primeras 72 horas desde el estallido de una emergencia.
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