Lectura para la Evaluación de periodo
Dónde
“Comieron poquísimo o
nada. Los platos, aunque más sabrosos de lo normal porque se había esmerado en condimentarlos un
celador voluntarioso, tenía un sabor enemigo, y no había bocado que en la
garganta no se tornara en ceniza. Ya se sabe que la inapetencia es obligatoria
en las veladas de despedida, por lo que,
estando la ejecución fijada para las primeras luces de la mañana, el barón no
cesaba de acalorarse por esa hipocresía de conceder a los condenados inútiles glotonerías, mientas no se sentía escrúpulo en
intoxicárselas con la idea del final inminente.
--Con la barriga vacía
no será una bonita muerte -- se lamentó
--. ¡Y tan temprano, además! Cuando más nos apasiona la luz…
Sanglimbeni le dio la razón con su habitual estilo
poético:
--En efecto, el
crepúsculo sería una hora más adecuada. Con el medio luto, las nubes bajan, las
sombras carmesíes y violetas que
persuaden humanamente a la paz. Así, por el contrario, nos parecerá sufrir un
insoportable desahucio.
El soldado no dijo
palabra y parecía mirarse los zapatos. Se había subido la solapa del
blusón como si tuviera frío. Pero Narciso balbuceó:
--¿Qué más da que sea
por la noche o por la mañana?
Y sin modales se echó a
llorar”
Gesualdo
Bufalino, Las mentiras de la noche.
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