lunes, 16 de octubre de 2017
SEMANA 35 DIVERSIDAD DE MUSICA
La música es una de las expresiones de máxima creación de la humanidad. ¿Qué sería de nosotras y nosotros sin ella? La música es vida, arte, cultura, creación, registro, terapia, sanación.
La música, al igual que otras expresiones, se divide por géneros, lo bello con ella es que no tenemos que elegir sólo uno. Podemos tener muchos, ir y venir de uno al otro, escuchar por la mañana algo de salsa, al mediodía marimba, por la tarde algo de country y en la noche jazz. Con la música el cielo es el límite.
La diversidad de géneros musicales abre un abanico inmenso de posibilidades, quedarse en uno de ellos es tanto como sólo vestir de un color cuando tenemos una paleta infinita.
Desde hace un par de años el género musical en México se ha estandarizado en el género banda o regional mexicano –en lo particular no termino bien de entender esa clasificación-. Es lo que se escucha en la radio; se ve en televisión, más reproducciones tiene en spotify y youtube.
Las carteleras de los palenques y ferias de los municipios de Chiapas –muchos de ellos pagado con recursos públicos- se llena con esta música. ¿Tiene algo de cuestionable esto? A mi parecer sí.
Obligan a las personas a vestirse de un solo color, a estrechar el horizonte, reproducen estereotipos, limitan el arte y la cultura.
Las personas que se dedican a la creación y ejecución musical de otros géneros ven cada vez más difícil sobrevivir con su oficio y quienes gustan de otro tipo de música tienen menos espacios para apreciarlo.
El director de Coneculta, Juan Carlos Cal y Mayor comentó hace poco que debería de haber más música sinfónica que de banda en los espacios públicos. Sería bueno que su discurso lo convierta en acciones y política pública porque quien más está financiando las presentaciones de estos cantantes y grupos musicales es el Estado.
Los programas de los festivales promovidos por el Coneculta tampoco son el modelo a seguir en cuanto a diversidad y entendimiento del espíritu de cada uno de ellos. Se ha priorizado la participación de algunos cantantes y agrupaciones; se han metido a la cartelera a personajes que tienen cabida en otros espacios y no en estos festivales que tienen una intención distinta.
La música refleja nuestra diversidad y multiculturalidad. Que los recursos públicos que se destinan para este rubro en Chiapas sea respetando estos dos puntos y no los gustos personales o las amistades de las y los gobernantes en turno.
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