2.2. Características del
subdesarrollo
Podemos caracterizar la situación de subdesarrollo
bajo la cual vive una cuarta parte de la población mundial principalmente por
las carencias en tres ámbitos básicos:
- Baja renta per cápita: en los países en desarrollo 1.300 millones de personas sobreviven con menos de un euro diario, lo que se traduce en malnutrición, falta de vivienda o carencia en otras necesidades vitales como vestido, higiene, medicamentos, electricidad, etcétera.
- Baja esperanza de vida: relacionado con el aspecto anterior ya que mucha culpa de esa baja esperanza de vida la tienen la incidencia de enfermedades (incluso enfermedades ya superadas en el Norte como la rubéola, la malaria, o la gripe), la elevada mortalidad infantil, la desnutrición y la falta de agua potable. Según datos del World Watch Institute alrededor del 30% de los niños menores de 5 años tienen escaso peso y pese a que se ha doblado con creces el número de personas que disponen de agua limpia desde 1980, unos 1.300 millones de personas carecen todavía de ella, y unos 2.500 millones no tienen acceso a un sistema de saneamiento adecuado.
- Deficiencias educativas: la ONU denuncia que dos de cada diez habitantes del planeta son analfabetos. Aunque durante los últimos años ha mejorado el nivel de alfabetización mundial un 10%, todavía hay 100 millones de niños que no acuden a la escuela. El impacto sobre el desarrollo de la alfabetización básica es muy importante, especialmente cuando las beneficiarias son las mujeres.
Estas deficiencias, y en general la situación de
pobreza, se sufren de diferentes maneras y adquieren distintas características
en función del país o de la región en que uno se encuentre. En general hablamos
de pobreza absoluta cuando las personas no satisfacen la necesidades
fundamentales: no tienen casa digna, no tienen ropa más que la puesta, ni
zapatos, ni jabón, ni garantizado el alimento diario. Según datos del PNUD, en
esta situación se encuentran casi 2.000 millones de personas. Esto hace que la
pobreza sea mucho más que una condición económica, ya que los horrores de la
pobreza se extienden a todos los aspectos de la vida personal: indefensión ante
las enfermedades, analfabetismo, sumisión, total inseguridad ante los cambios,
falta de autoestima, etcétera.
Desde el punto de vista económico, las
características del subdesarrollo se traducen en baja productividad, altas
tasas de desempleo y subempleo, dependencia del sector primario y escaso
desarrollo de las actividades secundarias y terciarias. Derivado de esta situación,
y a su vez causante de las misma, nos encontramos con deficiencias en el
capital, en el sistema financiero, en la organización empresarial, etcétera.
Si analizamos dicha estructura económica siguiendo
los conocimientos que hemos adquirido durante los primeros temas de este curso
podemos profundizar en las caractarísticas que presentan los elementos
fundamentales de la economía:
- Los factores económicos: los países menos desarrollados en muchas ocasiones presentan una oferta muy potente de recursos naturales aunque la mayoría de las veces son las empresas multinacionales las que sacan la mayor provecho de su explotación. En lo que hace al factor trabajo, existe mucho desempleo y baja cualificación. Por último, las mayores carencias las presenta la falta de ahorro, lo que impide la acumulación de capital y el desarrollo de un sistema bancario que canalice recursos entre agentes económicos.
- Sobre los agentes económicos ya hemos comentado que existen muchas dificultades para poner en marcha un tejido económico que permita el desarrollo de las empresas, y además en los sectores de mayor potencial son las empresas extranjeras las que suelen tomar el mando. Las familias o economías domésticas cuentan con poco margen para llevar a cabo sus funciones económicas de trabajo y consumo. Por último, el sector público no interviene de manera eficiente en la economía sino que desgraciadamente muchas veces se caracteriza más por la corrupción y el mal gobierno.
Es muy importante analizar la evolución y tendencia
del subdesarrollo. Así, podemos comprobar que algunos indicadores han mejorado
para algunos países durante las últimas décadas (el impacto de algunas
enfermedades o especialmente los niveles de pobreza en países como China y la
India). Sin embargo, la ONU denuncia que el número de pobres se ha duplicado
des de 1974. Al iniciarse el nuevo siglo desde la ONU se lanzaron, como ya
sabemos, los Objetivos de desarrollo del Milenio, que pretendían ser una forma
de concienciar a los países para solucionar los principales problemas del
mundo. Desgraciadamente, las perspectivas para el futuro próximo tampoco son
muy buenas, y el Banco Mundial descarta el objetivo que se había planteado de
acabar con la pobreza en 2015. Puedes consultar su web.
2.3. Los colectivos más afectados
Como hemos dicho, la situación de pobreza es vivida
de forma desigual en los diferentes países o por las distintas personas.
Incluso no podemos olvidar que en ocasiones lo que desde nuestra perspectiva
occidental capitalista puede considerarse una situación de pobreza o de escasa
calidad de vida puede no vivirse de la misma manera por otras personas que
podrían decirnos: “¿Acaso es mejor trabajar 8 horas diarias, gastar otras 3
horas en el viaje de ida y vuelta y vivir angustiado por la hipoteca, el estrés,
la insatisfacción o el miedo al futuro próximo?”
No obstante, existen situaciones de pobreza
objetiva muy graves que, en general, suelen afectar de manera más intensamente
a algunos colectivos como son:
1. Los niños: se les requiere para la obtención de
rentas familiares (muchas veces en condiciones de explotación) privándoles de
la educación que podría en el futuro cambiar su situación personal y del
disfrute y desarrollo emotivo propio de la etapa infantil. Las niñas son
especialmente castigadas por el sistema. En 1979 se estimaba en cincuenta y
seis millones el número de niños y niñas trabajadores en el mundo, y se pensaba
erradicar esta forma de explotación en los años siguientes. Veinte años más
tarde, las mismas fuentes calculan que se encuentran en dicha situación
doscientos cincuenta millones de niños y niñas. La esperanza de acabar pronto
con el trabajo infantil se ha desvanecido. Según la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), de los 250 millones un 61% son asiáticos, un 32% son africanos,
un 7% son latinoamericanos y algo menos del 5% trabajan en los países ricos.
Por ejemplo, en la India -país que más mano de obra infantil emplea- trabajan
44 millones de niños y niñas en las siguientes actividades: alfombras, vidrio,
cerillas, fuegos artificiales, cerrajería, joyería, alfarería, ropa, etcétera.
2. Los mayores: aunque en muchas culturas continúan
siendo un colectivo muy respetado, se puede decir que, especialmente en los
países más desarrollados, su peso en las familias ha ido perdiendo relevancia y
demasiados de ellos acaban malviviendo en las calles.
3. Las mujeres: según datos del Índice de
Desarrollo Humano, las mujeres, a nivel mundial, son el 70% del total de la
población pobre. Son las que se encargan principalmente del cuidado y
alimentación de las familias pero aunque realizan el 60% del trabajo mundial,
reciben solamente el 5% de las ganancias y poseen menos del 1% de los bienes.
Son uno de los colectivos más castigados pero al mismo tiempo la cooperación
internacional confía en ellas a la hora de conseguir el desarrollo. Así, una
medida que veremos en un punto posterior -los microcréditos- se centra muchas
veces en la ayuda a la mujer como motor de las familias y de las comunidades.
4. Los indígenas: son un colectivo muy olvidado en
casi todos los análisis, a pesar de que existen más de 450 millones de personas
pertenecientes a alguno de los aproximadamente 5000 diferentes pueblos
indígenas que se estima hay en el mundo. El desarrollismo impuesto por las
multinacionales y los organismos internacionales ha pasado por encima de los
derechos, de la cultura y de las costumbres de aquellas minorías que se aferran
a modelos de vida y valores diferentes al occidental.
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